• La música y las imágenes acompañaron el XIV Acto de Cuaresma en el campus universitario CEU Andalucía

SEVILLA (2017.04.04) El salón de Actos de la Fundación San Pablo Andalucía CEU acogió el XIV Acto de Cuaresma, preparando el camino para la llegada de la Semana Santa. En un ambiente íntimo, el acto brilló por su recogimiento en torno a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

La música y las imágenes acompañaron las piezas literarias interpretadas, este año, por los alumnos de los centros CEU, Emilio Gilabert – del Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas- y Enrique Belloso -del grado de Derecho-. Asimismo, también fue un acto para los antiguos alumnos CEU, contando con la intervención de la graduada en Educación Infantil Cristina González, que inspiró su pieza, en la figura de la Virgen como Madre. “Fe es cuando en el camino que une mi hogar con mi hermandad alcanzo deseosa el exponente monumental más grande de la fe que existe en nuestra mágica ciudad: una enorme plaza que preside una aguda y blanca Inmaculada Concepción que contrasta de la más hermosa forma con el que debería de ser un tono único de color en la gama panetone: azul celeste de cielo sevillano. No todo queda ahí, si giro mi vista hacia la derecha me embeleso con la más presumida torre almohade-cristiana dando como resultado un profundo suspiro…Gracias Dios por permitirme vivir aquí, gracias Dios por regalarme encontrarte aquí (…)” y subrayó “todos tenemos unas cuatro de la tarde cofrade, es decir un momento de ciego y puro amor a la fe en el que nos damos cuenta de lo profundamente enamorados que estamos de Dios”.

El director del área de Servicios de Atención al Alumno de CEU Andalucía, Agustín García, presentó el acto, invitando a los asistentes a vivir un momento de reflexión y encuentro personal con el Señor.  También estuvieron presentes el director de Pastoral de CEU Andalucía, Manuel Orta, el director de Relaciones Institucionales y Comunicación de CEU Andalucía, Enrique Belloso, la directora del CEU Cardenal Spínola Beatriz Hoster, así como otros miembros del equipo directivo académico, profesores de todos los centros CEU, alumnos y personal de la Fundación además de los familiares de los alumnos.

Cada pieza abordó un momento del tiempo de Cuaresma, entendida como tiempo de conversión, misericordia y fe. Como destacó Emilio Gilabert “tiempo de Conversión, convertiros, renacer, Jesús te guiará en el camino”. El alumno de Derecho Enrique Belloso se dirigió en sus palabras al Señor de Sevilla, al Gran Poder, poniendo el acento en la Cuaresma como tiempo de Misericordia. “Dios siempre nos invita a levantarnos, a seguir el camino, y a aprender de nuestros fallos, pues su misericordia no tiene límites”. Subrayando que “los jóvenes anhelamos afrontar retos que nos abran nuevos horizontes, si no, no seríamos jóvenes, y ni mucho menos, universitarios. Que no se pierda ninguno, que ninguna adicción, ni desesperanza nos deje caer. Pidamos los jóvenes cristianos los unos por los otros, también por los que no creen, seamos uno, como Jesús es uno con el Padre en el Amor infinito del Espíritu Santo, para que cuando el mundo nos mire pueda decir de nosotros, mirad como se aman. Este es nuestro mayor reto. Nuestra gran misión es ser una iglesia unida y misionera, que lleve al mundo el mensaje de Jesús”. Y destacó “te vi Señor en la calma del sepulcro esperando el momento único. Te veo vivo en medio de Tu pueblo, Señor, cuenta con nosotros, cuenta conmigo, llévanos de tu mano, llévame de tu mano; Señor del Gran Poder, llévame donde quieras que yo vaya; aunque pesen las amarguras y cada día caiga en todo aquello que no eres Tú, al verme reflejado en tus pupilas, al contemplarte en tu rostro y al escucharte en tu voz, encuentre el camino a casa, el camino que me conduzca a ti, el camino de tu Misericordia”.

Agustín García se refirió a la Cuaresma como tiempo de Esperanza. “Hermano, cuando la pena te envuelva, cuando la soledad se cierre sobre ti, cuando el cansancio te pese, cuando tu vida se torne gris, cuando te ciegue el entorno, cuando la salida te parezca no existir, no olvides nunca que tras un arco siempre abierto, sin puertas que lo completen, sin murallas que lo continúen, bajo un cielo de plata y una corona de plegarias, te espera la Esperanza”.

Virgen del Valle, Saeta del Silencio, Jesús de las Penas, Madrugá Macarena y Esperanza de Triana acompañaron con brillantez el acto, interpretadas por el trío musical formado por Francisco Rosado (violonchelo), Sergio Rosado (oboe) y Manuel Jesús Quirós (piano). El Ave María de Caccini, interpretado por la soprano Belén Quirós,  finalizó el acto despertando el aplauso del auditorio.