Luis Belda, nuevo beato de la ACdP

belda-1SEVILLA (2017.04.17) El pasado 25 de marzo fue beatificado el miembro de la Asociación Católica de Propagandistas Luis Belda Soriano de Montoya, junto a otros 114 mártires de Almería. Miles de personas participaron en la beatificación que se celebró en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la localidad almeriense de Aguadulce. En re­pre­sen­ta­ción del San­to Pa­dre papa Fran­cis­co, pre­si­dió la ce­re­mo­nia el car­de­nal An­ge­lo Ama­to, pre­fec­to de la Con­gre­ga­ción para la Cau­sa de los San­tos.

belda-2Al acto acudió un nutrido grupo de propagandistas, encabezado por el Presidente de la Asociación, D. Carlos Romero Caramelo. Con motivo de la beatificación, la ACdP ha editado una estampa devocional y una semblanza biográfica del beato Luis Belda, a través de la editorial CEU Ediciones.

belda-3


Luis Belda Soriano de Montoya (1901-1936)

Nació en Palma de Mallorca, en una familia de once hijos y profundas convicciones religiosas. Pasó su infancia en Madrid y siendo muy joven ingresó en la Asociación de San Vicente Paúl, en la cual siempre colaboró estrechamente dando conferencias y visitando a los necesitados. Al poco tiempo de concluir la carrera de Derecho, ganó la plaza de Abogado del Estado, siendo destinado a Almería.

En 1925 se casó en la Basílica de la Concepción de Madrid con Josefina Alberti Merello, hermana del poeta Rafael Alberti, y se estableció en Almería, donde abrió su bufete. En 1934 fue cofundador y secretario del Centro de la Asociación Católica de Propagandistas en Almería, desde donde organizó una Escuela Social Obrera. A menudo recorría los pueblos de la provincia en actos de apostolado católico-social, o escribía artículos de temática social y religiosa. Fue vicepresidente de la Adoración Nocturna y del Consejo Diocesano, así como socio activo de la Congregación de Caballeros de la Inmaculada. Igualmente, fue abogado de la Compañía de Jesús y colaborador estrecho del Obispo de Almería.

Este padre de una familia numerosa de seis hijos extendió su apostolado a través de conferencias, círculos de estudio y artículos en prensa sobre Doctrina Social de la Iglesia y sobre la familia cristiana. En 1931 el siervo de Dios se lanzó a la calle a proteger la imagen de la Virgen patrona de Almería y a custodiar el monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Aunque no estaba comprometido en política con anterioridad, el creciente clima de hostilidad religiosa le impulsó a comprometerse en Acción Popular, partido social cristiano promovido por el Siervo de Dios Ángel Herrera Oria. Llegó a ser presidente de la Junta Provincial de Reforma Agraria.

Entre julio y agosto de 1936, le quitaron su título de Abogado del Estado y su casa. Posteriormente, fue detenido y encarcelado por su compromiso religioso en un barco prisión, desde donde un comité de la FAI lo sacó para trasladarlo a la playa almeriense de La Garrofa donde fue ametrallado junto a 22 compañeros a la edad de 35 años. Murió abrazado a ellos, proclamando a Cristo.