“Os atreveréis a educar en estos tiempos difíciles” Consuelo Flecha, madrina de la 4º promoción de alumnos del grado en Educación Primaria de CEU Cardenal Spínola

flecha-1

SEVILLA (2017.06.12) La catedrática en Historia de la Educación de la Universidad de Sevilla, Premio CEU Fernando III y reciente Medalla de Oro de la ciudad de Sevilla, Consuelo Flecha, ha sido este año madrina de una nueva promoción de alumnos del grado en Educación Primaria, quienes han culminado sus estudios en el Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU. Destacando su contribución al mundo de la educación desde que se licenciara en Filosofía y Letras, ha desarrollado su profesión con una amplia vocación de servicio. Esa misma vocación, ese esfuerzo, y esa actitud ante el trabajo es la que Consuelo Flecha quiso transmitir en sus palabras a los nuevos egresados de CEU Andalucía.


Agradezco el honor y la oportunidad que este Centro de Estudios Universitarios me ha dado de participar en el Acto de Graduación del Curso Académico 2016/2017 como madrina de una nueva promoción de estudiantes del Grado universitario en Educación Primaria. Sois un grupo numeroso que os habéis preparado para ejercer una de las profesiones más bonitas del abanico laboral, la del magisterio. Esa, cuya contribución a la sociedad desencadena evidentes repercusiones en la mejora de cada persona individual y, en consecuencia, en la calidad de la convivencia y del compromiso social. Acabamos de oír a vuestra Directora Académica que “la esperanza de la sociedad está en la educación”, horizonte de la formación que habéis recibido.

flecha-2

Sois protagonistas de este acto académico porque habéis llegado al final de unos años de formación que, no dudo, han sido vividos con ilusión y con confianza, en un ambiente de compañerismo, de esfuerzo, de expectativas y, también de algún contratiempo, seguramente ya superado. Jóvenes que sentís, ahora y aquí, la alegría de haber cubierto una etapa de aprender y de crecer. Una etapa, no todas, porque vais a seguir aprendiendo y creciendo.

En algunos casos culmináis la carrera elegida en primera opción hace cuatro años, la que más os atrajo quizás ya desde la infancia. En otros casos, una carrera que ha ido ganando vuestra voluntad como fruto de un proceso de descubrimiento personal que terminó convenciéndoos, y ahora agradecéis a la vida que os situara en esta trayectoria. Es lo que suele suceder en los climas educativos que, como en este Centro, aciertan a la hora de desvelar el sentido y el significado de cada propuesta y de cada actividad, el de favorecer conversiones, provocar mudanzas que, aun siendo muy complicadas, acaban haciéndose posible.

¿Por qué? podemos preguntarnos. Porque un buen clima educativo despierta lo más valioso de cada persona, incentiva la necesidad de cultivarlo y alimenta, además, el deseo de compartirlo con otras personas.

Entrad unos segundos en vuestro interior, si no ahora mismo, esta noche o, bueno, en los próximos días, para advertir qué cambios habéis experimentado en estos últimos cuatro años y para llegar al porqué se han producido.

Situándonos en vuestro futuro, a partir de hoy, cuántas imágenes evocadoras acudirán a vuestra memoria al recodar a una profesora especialmente creativa, a un profesor que os llamaba por vuestro nombre, o que enseñaban la asignatura con erudición y rigor científico, a quienes compartíais las tareas de aprendizaje alentándoos recíprocamente, o más especialmente a quien tomaba la iniciativa para que saliera adelante un trabajo menos atractivo; a quienes transmitían siempre ánimo, a quienes sabían organizar eficazmente el grupo de trabajo, a quienes suplían con generosidad los huecos del tema incompleto. A quienes desprendían ese algo intangible que allanaba cualquier obstáculo. No olvidéis ninguna de estas experiencias luminosas. Serán referencias y señuelos a los que necesitaréis acudir en muchos momentos de vuestra vida.

flecha-3

En este Centro, dentro y fuera de sus aulas, habéis observado y dialogado sobre principios pedagógicos, experiencias educativas, recursos didácticos. Habéis desarrollado actitudes y afianzado valores. Todo ello, articulado, interiorizado, os ha hecho crecer en ese arte a través del cual el ser humano testimonia convicciones, comparte ideas, expresa emociones y proyecta una visión del mundo que genera confianza y deseos de ser mejor. Podemos asignarle el nombre de vocación; vocación, esa fuerza y certeza interior que nos hace sentirnos llamados a algo específico, en este caso a la educación. Vocación que precede a nuestras acciones y ha acompañado vuestro camino de aprendizaje haciéndolo más sencillo y más satisfactorio. Porque la vocación es maestra insuperable, es metodología adecuada, es pedagogía con capacidad de transformar, pone alas a nuestras manos, a nuestros pies, a toda nuestra persona.

En esta celebración única –no vais a repetir la misma carrera, por lo tanto este acto será único en vuestra vida-, disfrutad haciendo memoria de lo vivido, proyectando lo que queréis en vuestra vida y de vuestra vida; compartiendo con esas personas más cercanas que os acompañan aquí, en especial vuestras familias, que tanto han contribuido a hacer posible el éxito de vuestros estudios. Un compartir con la alegría de ver el orgullo que están experimentando al veros formando parte del grupo que se gradúa.

Os dedico, os lanzo, en este momento de mis palabras una pregunta importante, comprometida: ¿Os atreveréis a educar en estos tiempos difíciles?

¿En situaciones que requieren esfuerzo, constancia, insistencia y vocación? Es decir: Cuando el fracaso y el abandono escolar agudiza las desigualdades, reproduce la injusticia, sesga el futuro de una parte de las nuevas generaciones.

Cuando la escasez de empleos desmotiva ante el estudio, ante el esfuerzo de prepararse, de formarse.

Cuando la interculturalidad en las aulas nos llama a la apertura, a la empatía, a ritmos y modalidades de aprendizaje más individualizados.

Cuando una ciudadanía común nos pide ampliar los espacios físicos y psicológicos de inclusión y de respeto.

Cuando las pobrezas que observamos –sea económica, afectiva, espiritual, de salud, educativa, familiar, etc.- nos exigen más generosidad, más amor, más dedicación, actuaciones que las prioricen.

Cuando, sobre todo en la preadolescencia y adolescencia, se genera una brecha de rendimiento entre alumnas y alumnos.

flecha-4

Pregunta y situaciones para reflexionar y para responderlas personalmente: ¿Yo me atrevo a educar en estos tiempos difíciles? La nuestra es una profesión/vocación para valientes, para quienes no pierden la esperanza, para quienes saben derrochar confianza en las posibilidades del ser humano. Con la suerte añadida si acudimos a los valores del Evangelio de Jesús como guía privilegiada de verdadero humanismo.

Los espacios educativos que nuestras sociedades merecen, están reclamando este tipo de profesorado, este tipo de vocaciones educadoras.

¿Os animáis?

flecha-5

Como promoción formada en este Centro universitario Cardenal Spínola, indudablemente tenéis ánimo y vais a contribuir a ello. Las palabras escritas por San Pablo a los Corintios que se han leído en la Eucaristía: Jesús “no fue ‘sí’ y ‘no’, sino que en Él sólo hubo Sí”, nos dan pistas para proceder: Siendo siempre Sí, se logra. Seguro que no os falta ni saber, ni actitudes, ni vocación.

flecha-6

Mis felicitaciones por la formación con la que salís de las aulas de este Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU. Enhorabuena por vuestra Graduación”.

 

Texto de Profa.Dra.Dña.Consuelo Flecha, madrina de la promoción 2017 del grado en Educación Primaria de CEU Cardenal Spínola