“Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios. Y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”.
SEVILLA (2019.12.24) Como hace dos mil años, Jesús vuelve a nacer para todos cada 24 de diciembre. La Navidad es un tiempo para compartir y estar al lado de quienes más nos necesitan. Un tiempo para encontrarnos con nosotros mismos, haciendo un sitio en nuestros corazones para que, verdaderamente, el mensaje de Jesús se haga presente en nuestra vida y en la sociedad.
La Fundación San Pablo Andalucía CEU –obra de la Asociación Católica de Propagandistas– invita a vivir este tiempo de Navidad con alegría, a recordar el anuncio del Nacimiento de Jesús y a compartir su mensaje junto a nuestras familias y amigos. Profundizando sobre cuál es el sentido de la Navidad hoy, por qué se celebra el 25 de diciembre, cuál es el origen del Nacimiento y qué significa un nacimiento en el hogar, el por qué es costumbre adornar el árbol o cuál debe ser como cristianos nuestra actitud en Navidad.
Como subraya el Director de Pastoral de CEU Andalucía, Manuel Orta, “el secreto de la navidad radica en un niño pequeño” y nos anima a “mirar hacia el portal y descubrir en el niño envuelto en pañales el secreto, el misterio más profundo que Dios nos ha reservado”.
Bendice, Señor,
nuestra mesa en estos días de Navidad.
Sabemos que la fiesta esta eres Tú
que nos invitas a nacer siempre de nuevo.
Gracias por el pan y el trabajo,
por la generosidad y la esperanza.
Llena nuestra mesa de fuerza y ternura
para ser personas justas,
llena de paz nuestras vidas y que
la amistad y la gratitud
alimenten cada día del año.
Tú eres bendición para nosotros, por eso,
bendice la tierra toda,
bendice a toda la humanidad.
Bendice esta familia y esta mesa.
Bendícenos a cada uno
de los que estamos aquí.
Amén.
(Bendición para la mesa en Nochebuena)
La Navidad es un acontecimiento divino y humano, que nos trae de nuevo la esperanza y la alegría al mundo. “Hagamos como María y José, pongamos toda nuestra atención en ese Niño que ha de nacer (…); hagamos como los pastores, que dejan todas las ovejas en el campo y corren a lo único importante: ver al Salvador recién nacido (…); hagamos como los magos, que se separan de todo y siguen su estrella hasta Belén”.
