Educar con y para las TIC, de proyecto a realidad
Como es de público conocimiento, desde este martes 10 de noviembre y hasta las 00:00 horas del día 24 de noviembre de 2020 se ha suspendido la impartición de clases teóricas presenciales en el Grado, sustituyéndose por clases online. Este nuevo decreto de medidas de la Junta de Andalucía nos obliga a aparcar la enseñanza bimodal y volver a la virtualidad educativa, tal como lo hicimos en el mes de marzo y prácticamente hasta la finalización del curso académico 2019/2020.
Lo cierto es que hasta el mismo lunes 9 de noviembre llevábamos poco más de un mes de enseñanza bimodal en nuestro Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU, en un sistema que combina la formación presencial con la virtual, en aras de garantizar la calidad de la educación superior en todos los Grados.
Quizá recordaréis que en mi última entrada, precisamente, planteaba la necesidad de emplear todas las ventajas que nos ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para adoptar un modelo de enseñanza que cumpla, en tiempos de pandemia, con los objetivos establecidos en el marco del Espacio Europeo de Enseñanza Superior.
Y, en ese sentido, debemos poner en valor que, detrás de cada hora de clase que se imparte en nuestras aulas, hay una gran labor de planificación de quienes tienen la responsabilidad de dirigir y gestionar nuestro entorno educativo. igualmente, se ha realizado una importante inversión en equipamiento tecnológico y en formación de todo el personal docente, tanto para facilitar la dinamización de la clases en las aulas bimodales, como para adquirir o consolidar competencias digitales. Sumado a ello, todas las medidas de control sanitario que se han puesto en marcha y que han sido planificadas minuciosamente, siguiendo las indicaciones de las autoridades competentes.
Hay una frase que se ha repetido mucho estos últimos meses: las nuevas formas de relacionarnos como consecuencia de la COVID-19 (a nivel social, educativo, económico, laboral y cultural, por mencionar algunas), han venido para quedarse.
Aunque resulte una obviedad afirmar que nuestro mundo ya no es el mismo ni lo será, es posible comprobar la dimensión del verdadero cambio en nuestro sistema educativo de la mano de las cinco enseñanzas que nos está dejando, cada día, el aprendizaje bimodal y que se refuerzan con la enseñanza virtual:
- Que la tecnología, aunque no lo es todo, sí es un factor que condiciona el proceso de enseñanza-aprendizaje. Disponer de cámaras, micrófonos, pantallas, dispositivos de acceso y de una buena conexión a internet -tanto en los hogares, como en los centros educativos- es el punto de partida para que la bimodalidad y la enseñanza virtual sean una realidad. Supone mucho más que incorporar nuevas herramientas informáticas y digitales a las clases presenciales; requiere combinar ambas modalidades, estableciendo estrategias sincrónicas, donde coincidan temporalmente los alumnos y el docente, en el uso de recurso y espacios, a través de la interacción directa.
- Que estamos ante una gran oportunidad, a nivel colectivo como individualmente, para adquirir nuevas competencias digitales. Aprender en un escenario online prepara a los alumnos para el teletrabajo, que ha venido para quedarse y que, seguramente, será el escenario laboral que prevalezca cuando ejerzan su profesión.
- Que en los entornos mixtos es necesaria, aún más, la aplicación de metodologías innovadoras a través de herramientas informáticas y digitales, como medios de construcción de conocimientos. La planificación de guiones o escaletas para las clases ayudan a los docentes a incorporar actividades que favorezcan la participación del alumnado, tanto de los que asisten presencialmente, como de los que concurren de forma virtual.
- Que es esencial ponernos en el lugar del otro -alumnos, docentes y directivos- para planificar, programar y crear espacios formativos virtuales. Así como los investigadores trabajan colaborativamente para conocer la enfermedad y lograr una vacuna, también las sinergias que se crean al compartir metodologías entre docentes e instituciones educativas son experiencias valiosas y enriquecedoras, adaptables a distintos escenarios educativos, de este y del otro lado del océano.
- Que para cumplir con los objetivos establecidos en cada una de las asignaturas es imprescindible, más que nunca, el compromiso individual y colectivo de los alumnos con su propio aprendizaje, con el seguimiento de las materias, con el buen uso de las TIC y con su formación integral, tanto académica como en valores. Los profesores también debemos enseñar u orientar a los estudiantes a seguir pensando críticamente tanto como a manejar correctamente los medios digitales.
En definitiva, en la sociedad actual y a través de la enseñanza bimodal y/o íntegramente online, educamos con las TIC, educamos en TIC y educamos para las TIC, sabiendo que nada reemplaza el contacto directo entre profesores y alumnos que nos brinda la presencialidad.