Las cuatro tendencias jurídicas y tecnológicas más importantes para 2021
Despedimos un 2020 donde la sociedad ha vivido una aceleración de la digitalización, a marchas forzadas, a causa del confinamiento y de las restricciones de movilidad con motivo de la pandemia.
Con el camino iniciado en el mes de febrero por la Comisión Europea, a través de su Comunicación “Dar forma al futuro digital de Europa”, la Agenda España Digital 2025 asumió una nueva fase del proceso de transformación digital del país. Esta estaría articulada sobre diez ejes estratégicos vinculados a la conectividad digital para el 100% de la población, al despliegue de la tecnología 5G, al refuerzo de las competencias digitales y de la ciberseguridad, al impulso de la digitalización de las Administraciones Públicas y de las empresas, a la aceleración de la digitalización del modelo productivo, a la mejora del sector audiovisual, favoreciendo el tránsito hacia una economía del dato y garantizando los derechos de la ciudadanía en el entorno digital.
Afrontamos un nuevo año marcado por la adopción de la modalidad digital de muchas actividades que antes hacíamos presencialmente, formando parte de una sociedad que hoy está más hiperconectada que nunca.
Desde una perspectiva multidisciplinar, podemos señalar las cuatro tendencias jurídicas y tecnológicas más importantes para 2021:
Los Derechos Digitales
En 2020 hemos sido testigos de la elaboración de la Carta de Derechos Digitales, que nace de la mano de un grupo de expertos (entre ellos, los catedráticos Tomás de la Quadra- Salcedo y José Luis Piñar Mañas), constituido por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA) del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Basándose el Título X de la Ley orgánica 3/2018, de 5 de diciembre de protección de Datos personales y Garantía de los Derechos digitales (LOPDPGDG), la Carta de derechos digitales –que no tiene carácter normativo- “no trata de descubrir nuevos derechos fundamentales, sino de concretar los más relevantes en el entorno y los espacios digitales o describir derechos instrumentales o auxiliares de los primeros”.
El texto recoge 25 derechos que agrupa en cinco categorías: Derechos de libertad (protección de datos, el pseudoanonimato, no ser localizado o perfilado, seguridad digital y herencia digital); Derechos de igualdad (protección de menores, personas con discapacidad y mayores); Derechos de participación y conformación del entorno digital (a la neutralidad de Internet, a libertad de expresión e información, a la educación digital); Derechos de entorno laboral y empresarial; y Derechos digitales en entornos específicos (investigación, inteligencia artificial o entorno digital sostenible).
Como está siendo sometida a consulta pública hasta el 20 de enero de 2021, tendremos que esperar a la elaboración del texto final, una vez sean analizadas las aportaciones y observaciones realizadas.
La Inteligencia artificial (IA) y la automatización robótica de procesos
El 2020 ha sido considerado el año de la Inteligencia artificial y se han dado grandes pasos en su regulación. En el mes de febrero, la Comisión Europea publicaba el Libro Blanco sobre Inteligencia Artificial: un enfoque europeo orientado a la excelencia y a la confianza.
En octubre, el Parlamento aprobó tres informes que recogen cómo regular la inteligencia artificial en la UE, desde la perspectiva de la ética, de la responsabilidad civil y de los derechos de propiedad intelectual.
Finalizando el año, el Gobierno de España presentó la Estrategia Nacional de Inteligencia artificial (ENIA), que cuenta con seis ejes estratégicos -el impulso de la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación en Inteligencia Artificial; el fomento de las capacidades digitales, el desarrollo del talento nacional y la atracción del internacional; el desarrollo de plataformas de datos e infraestructuras tecnológicas que den soporte a la IA; la integración de la IA en las cadenas de valor para transformar el tejido económico; el impulso del uso de la IA en la Administración Pública y en las misiones estratégicas nacionales; y el establecimiento de un marco ético y normativo que garantice la protección de los derechos individuales y colectivos, con el bienestar social y la sostenibilidad como ejes vertebradores-.
En el 2021 seremos testigos de los innumerables avances en el campo de la IA, sabiendo que es una tecnología estratégica que ofrece numerosas ventajas a los ciudadanos, las empresas y la sociedad en su conjunto, siempre y cuando sea antropocéntrica, ética y sostenible y respete los derechos y valores fundamentales.
La Ciberseguridad
Con el incremento de empresas que han experimentado una transformación digital en 2020, también se han ampliado las medidas de seguridad en las redes de dichas organizaciones. En España, durante el tercer trimestre del pasado año, los ataques ransomware aumentaron un 160%, una cifra más elevado que Alemania (145%), que Reino Unido (80%) y que Francia (36%).
A finales de 2020 la Comisión Europea y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad presentaron la nueva estrategia de ciberseguridad de la Unión Europea. Se trata de un elemento clave de Shaping Europe’s Digital Future, el Plan de Recuperación y la Estrategia de Seguridad, que pretende reforzar la resiliencia colectiva de Europa contra las amenazas cibernéticas y ayudar a garantizar que ciudadanía y empresas puedan beneficiarse de servicios fiables.
Recordemos que el Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital (Mineco), había abierto el periodo de audiencia pública del Anteproyecto de Ley de Ciberseguridad 5G hasta el pasado 14 de enero de 2021. El gran desafío está en romper con el anterior esquema de la cultura reactiva frente a los ciberataques y evolucionar hacia un modelo de seguridad integral, basado en la prevención y en la resiliencia.
El 5 G y el Internet de las cosas:
La conectividad 5G es una realidad y sus redes continúan desplegándose en todo el mundo. De acuerdo con los datos aportados por el Informe “The Ericson Mobility Report”, el número estimado de suscripciones móviles a redes 5 G para 2021 será de 600 millones, triplicando los datos de 2020 según la consultora CCS Insight.
Aunque de momento el 5G aporta poco más que una mejora en el ancho de banda y en la latencia, se espera para el próximo año que la gestión de infraestructuras, la medicina, el trasporte y la industria desarrollen modelos de negocio y servicios comerciales basadas en esta tecnología.
El Internet de las cosas solo puede verse impulsado verdaderamente por una red como el 5 G, donde la integración de los dispositivos electrónicos permita una mayor conectividad a Internet facilitando el intercambio de información entre ellos. Del impulso del 5G también depende el desarrollo de las Smart Cities y de los diversos proyectos de I+D+i.
Tenemos por delante 12 meses que, de seguro, nos traerán muchas novedades sobre las que centrar nuestro estudio y reflexionar con espíritu crítico. Solo debemos estar atentos a