Cambio de modelo
La historia está plagada de momentos difíciles. Desde un punto de vista político, solo hay que pensar en las dos guerras mundiales sufridas en el pasado siglo. Desde un punto de vista económico, podemos pensar en las crisis económicas y financieras de los últimos cien años. En lo productivo, podemos recordar el desarrollo de la revolución industrial, dejando fuera del mercado a artesanos, agricultores y otros gremios que se vieron forzados a abandonar sus cualificaciones profesionales y sus ciudadespara adaptarse a un “mundo diferente”. Desde un punto de vista sanitario, la historia nos narra los casos de la peste negra, que asoló a Europa en el siglo XIV; la Viruela en toda la historia se calcula que ha dejado más de 300 millones de personas; igualmente, el Sarampión, unos 200 millones; la gripe española, a principios del siglo XX, que causó en dos años un número de muertos de más de 50 millones de personas, una cantidad similar a los de la Primera Guerra Mundial.
Por tanto, con la Crisis del Covid19, no es la primera vez que la humanidad se enfrenta a momentos difíciles e inciertos, si bien ahora es la que nos preocupa y ocupa, dado el dramatismo que supone la pérdida de vidas humanas, la dureza de la soledad que algunos mayores están viviendo, las dificultades vividas en los hospitales y demás centros sanitarios, las dificultades económicas que están sufriendo algunas familias, etc.
A pesar de ello, hay que recordar que el ser humano siempre ha sabido sobreponerse a las circunstancias adversas. Por ello, ahora nos toca estar atentos y no cometer errores del pasado. La palabra “crisis” siempre lleva aparejada la palabra “cambio”, por lo que ahora hay que estar atentos porque, posiblemente, tendremos que adaptarnos pronto a un mundo diferente al de hace unos meses.
En este entorno, a medida que avanza la crisis del Covid19, es frecuente escuchar la expresión “cambio de modelo”. Con independencia de que detrás de esa expresión haya una intencionalidad política, que abraza al Covid19 como la coartada perfecta para iniciar cambios en el sistema político, social y económico en algunos países, les propongo reflexionar sobre algunos “cambios de modelos” que, parece, sí se van a producir en nuestro entorno empresarial y que sí van a condicionar la forma de dirigir y gestionar las organizaciones empresariales:
- Cambio de modelo productivo
Debemos entender que la forma de generar bienestar en la sociedad es la creación de riqueza, con la consiguiente generación de empleo. La creación de riqueza y empleo se lleva a cabo en el seno de las EMPRESAS.
Actualmente el FMI nos sitúa sobre el puesto 15 de las potencias industriales del mundo. La deslocalización de la industria, perfectamente orquestada desde el imperio del coste, ha llevado a que se fabrique en Asia lo que se consume en Europa. Y sabemos que, en nuestro sistema económico, el empleo y la riqueza se crean donde se fabrica y no donde se consume.
Por tanto, la crisis sanitaria actual nos ha puesto de manifiesto la urgencia de acometer un Plan de Industrialización en nuestro país. Es cierto que en los últimos años uno de los motores de la economía nacional ha sido el turismo y no hay que renunciar a este potencial que tiene España, pero hay que pensar que un país industrializado es capaz de aportar a la sociedad un bienestar superior y a un nivel de rentas superior, garantizándose de esta forma el sostenimiento de los servicios sanitarios, de educación, de seguridad, etc.
Para poder llevar a cabo este cambio de modelo productivo, en un mundo donde no hay fronteras comerciales y hay que ganar competitividad, eficiencia y productividad, se hace necesario acelerar la evolución hacia la digitalización y, sobre todo, hacia la transformación digital de todas nuestras empresas. La innovación y la digitalización son el camino para poder competir con los gigantes asiáticos y del resto del mundo.
- Cambio de modelo de consumo
Uno de los grandes cambios que va a experimentar el consumidor, impulsado por la experiencia de esta crisis, es el aumento de operaciones de compra a través del e-commerce. Esta tendencia imparable llevará a que las empresas del sector productivo, comercial y de servicios deberán acelerar su proceso de desarrollo del comercio electrónico, con el consiguiente crecimiento del sector de la paquetería y el pequeño transporte, que se verá beneficiado del nuevo modelo de consumo.
Es de prever que el comercio electrónico intensivo presionará a muchos intermediarios de las diferentes cadenas de valor de muchos sectores, provocando integraciones verticales o incluso la desaparición de muchos de ellos. Fruto de ese aumento de las amenazas de desaparición de empresas hace prever la aparición de nuevas medidas proteccionistas en algunos países.
- Cambio de modelo de comunicación
La crisis del Covid19 nos ha dejado, para los anales, la necesidad de tener una estrategia de comunicación en todas las empresas. Quién debe comunicar, qué, cuando, a quién, medios utilizados, periodicidad… Esta comunicación debe alinearse con la estrategia de la organización, y abarca tanto la comunicación externa (clientes, proveedores, sociedad en general…) como la interna (empleados, socios…)
- Cambio de modelo educativo.
Los acontecimientos que se vislumbran en un futuro nos ponen de manifiesto unas nuevas necesidades de competencias profesionales, que serán las que demandarán las empresas y otras organizaciones en el futuro. Este cambio de necesidades en el ámbito personal y profesional nos llevará a plantearnos la necesidad de cambios en nuestro sistema educativo, en todo su recorrido.
- Cambio de modelo del trabajo
En el futuro, la forma de trabajar va a cambiar. Posiblemente, las relaciones laborales acentuarán el ritmo de cambio hacia un modelo de conciliación, flexibilidad, variabilidad del salario, teletrabajo, uso de herramientas digitales, conectividad plena, formación continua y orientada, etc.
Al mismo tiempo, este nuevo modelo, con un alto nivel de digitalización y conectividad de los empleados con sus empresas hará necesario desarrollar mecanismos de protección de información sensible, así como protocolos que salvaguarden dicha información, ya que las contraseñas de acceso se muestran insuficientes.
Esta crisis pasará y habrá supuesto otra oportunidad histórica para avanzarcon impulso hacia el futuro, el cual va a depender mucho de las iniciativas políticas, empresariales, sociales, sanitarias, etc. que se tomen en los próximos meses. Comencemos.