Crear empleo
De acuerdo con la teoría keynesiana, cualquier política económica deberá ir encaminada a solucionar los dos problemas fundamentales de cualquier economía: el desempleo y la inflación.
De acuerdo con el análisis de Keynes, el desempleo es causado por una contracción de lo que se llama Demanda Global y, por tanto, para reducir el desempleo lo que habrá que hacer es provocar el crecimiento de esa Demanda Global, actuando en cada uno de los motores de la economía: consumo privado, gasto público, inversiones y balanza comercial (exportaciones – importaciones).
En la actualidad, ante la situación que se avecina en nuestro país a causa de la parada brusca del sistema económico -debida a la decisión de confinamiento obligatorio durante la crisis sanitaria del COVID-19-, ya han salido voces anunciando una reducción en las previsiones de decrecimiento del PIB nacional de cerca del 14% y, por tanto, una previsión de aumento brusco de los niveles de desempleo.
Con independencia de estas situaciones traumáticas que pueden ocasionarse con cierta periodicidad, cabe preguntarse quién tiene la responsabilidad de que la cifra del desempleo sea la que es: Quién o quiénes son los máximos responsables de la tasa de desempleo.
Sin duda, dependiendo de a quién trasladamos esta pregunta, la respuesta será distinta:
Si le preguntamos a los sindicatos: La culpa es del capital, de los empresarios que se aprovechan de la crisis para despedir empleados y, por supuesto, de los gobiernos que han creado desempleo con su reforma laboral.
- Si le preguntamos a los empresarios: La culpa es de las condiciones laborales que son muy rígidas, de los bancos que no dan dinero y del consumo interno que ha caído.
- Si preguntamos a los partidos de la oposición: La culpa es del Gobierno que no está tomando las medidas adecuadas y que está frenando el consumo privado con su política de aumento de impuestos y, por tanto, frenando la economía y creando desempleo.
- Si le preguntamos al partido del Gobierno: La culpa es del anterior Gobierno que no tomó las medidas adecuadas para paliar los efectos de la crisis y se metió en políticas de recortes empeorando aún más la situación.
- Si le preguntamos a mi cuñado: La culpa es de los chinos que, bajo una dictadura comunista, están explotando al pueblo para que trabajen en condiciones infrahumanas y sus productos sean tan baratos que inunden Occidente y acabe con toda la industria y la riqueza de estos países.
Podemos seguir así indefinidamente y veremos que estas explicaciones y todas las que se nos ocurran tienen un elemento común: la culpa es de otros.
La búsqueda de culpabilidad ajena a nosotros es una especie de protección natural involuntaria que busca proteger nuestra autoestima. Todo análisis que tenga como objetivo buscar las causas de un problema tiende a ser analizado con una serie de prejuicios que nos hace buscar las causas del mismo muy lejos de nosotros mismos, y esto es lo que tenemos que plantearnos a la hora de buscar algunas soluciones a la situación grave de desempleo que sufre y que va a sufrir nuestro país.
¿Y qué podemos hacer nosotros, ciudadanos de a pie, para crear empleo? Antes de responder a esta pregunta debemos tener en cuenta dos cosas fundamentales:
- En una economía global, de mercado libre como la actual, el empleo se crea solamente si es necesario crear riqueza. Es decir, si necesitamos fabricar determinados bienes, o determinados servicios que nos aporten valor. Y, a fecha de hoy, no se ha descubierto otra forma de crear riqueza que no sea a través de la “empresa”, por lo que si queremos crear riqueza y crear empleo no hay otra alternativa posible que no sea crear o hacer crecer las empresas.
- Estamos en un mercado global, y los capitales y bienes circulan por todo el mundo. Inversores, productores y consumidores pueden operar en, prácticamente, todo el mundo.
Estos dos hechos me llevan pensar en lo siguiente: Si yo necesito comprar un electrodoméstico y acudo a varios comercios, podré comprobar que algunos están fabricados en España, otros en Alemania, otros en Italia, otros en China… Si yo decido comprar, con criterio de precio, el electrodoméstico fabricado en Taiwán estaré, a través de mi decisión, creando empleo directamente en Taiwán.
Con independencia de la responsabilidad de los poderes políticos, económicos, sindicales y sociales, cabe realizar una pregunta inmediata: ¿Yo puedo influir con mis decisiones dónde se crea empleo? ¿Yo puedo crear empleo siendo solo un consumidor? Y la respuesta es todavía más inmediata: “Sí, tú eres una parte fundamental del sistema”.