La importancia de la figura del tutor en tiempos de pandemia
La tutoría en el ámbito universitario es una de las estrategias fundamentales para dar respuesta al alumno en cada una de las etapas por las que pasa, teniendo como objetivo conseguir una formación integral del alumno. Se trata de un proceso en el que la función docente pasa a ser complementada con la función tutorial, ya sea en una atención individual o grupal, y en colaboración con el servicio de orientación al estudiante.
Para que el tutor pueda cumplir satisfactoriamente sus funciones, debe contar con unas determinadas cualidades que le ayuden a conseguir el grado de comunicación con el alumnado que garantice el éxito de su intervención -empatía, autenticidad, madurez cognitiva y volitiva, responsabilidad y sociabilidad; así como cualidades científicas y técnicas-.
Entre los objetivos marcados en el plan de acción tutorial destacamos el conocer y valorar al alumno como persona, dinamizar la vida socioafectiva de la clase, orientar de forma personal a los alumnos atendiendo a los principios de individualización, guiar el proceso evolutivo del aprendizaje, acompañarle desde el inicio hasta el final de su vida académica y detectar y realizar las adecuaciones curriculares correspondientes. Además, y de manera más específica, pueden velar por sus alumnos orientándolos respecto a si la selección que realizaron es acorde a las capacidades que requiere dicha elección.
Todas las funciones que se adjudican al tutor universitario se consideran incompletas si nos centramos en la actual situación sanitaria que estamos viviendo.
Las funciones de los tutores durante la modalidad online se han visto en aumento, debido a las necesidades que ha generado la pandemia en la situación de nuestros estudiantes. Se han dedicado tutorías al asesoramiento/apoyo personal, a nivel individuales y de grupos. Durante esta situación se ha priorizado el contacto con los alumnos para que no se perdiera ese sentimiento de pertenencia de grupo y, por ello, se han mantenido reuniones con delegados de clase para dar información relativa a cuestiones académicas, resolución de dudas relacionadas con sus estudios, puesta en marcha de adaptaciones realizadas para alumnos por el Servicio de Orientación Académica, asesoramiento en cuestiones informáticas, orientación sobre cómo mejorar la comunicación con el profesorado, sobre cómo abordar conversaciones positivas. Asimismo, se les ha ofrecido ayuda en la gestión de las relaciones en los trabajos de grupo, para la adaptación a la formación online, la mediación entre profesor y alumno, acompañamiento en período de prácticas y coordinación de asistencia telemática a prácticas.
Nuestros tutores han tenido que actualizar las vías de comunicación con el alumnado a través de Teams.
Respecto a la situación que estamos viviendo, la perspectiva de los tutores es muy variada. Para unos, la situación actual exige aún más esfuerzo para mantener la relación con los alumnos y el trato directo. El aula presencial otorga al docente más información del alumno a través de la observación y el trato directo en el aula. Por otro lado, hay tutores que prefieren pensar que con los medios y conocimientos informáticos que se nos han facilitado, han podido solventar la distancia geográfica que los separaba para acercar el apoyo emocional, académico y personal que cada alumno ha ido necesitando a lo largo de este periodo de enseñanza online. Está claro que, en todo este proceso, el periodo de adaptación está siendo un reto para todos, docentes y alumnos.
El Servicio de Orientación Académica está a disposición de los tutores en el asesoramiento para trabajar con un alumno.
Gracias a los tutores, por su implicación, su profesionalidad y humanidad porque, a pesar de todas las dificultades, siempre han priorizado al alumnado, ofreciendo lo mejor de ellos mismos para seguir cumpliendo metas, objetivos y por qué no, sueños.