El difícil equilibrio Norte – Sur
Con la pandemia en Europa, la brecha entre el norte y el sur crece. Parece como si el euro volviera a peligrar igual que hace una década, pero no estamos en la misma situación. En esta ocasión, el crecimiento es el problema o, al menos, así lo plantea el último informe del Fondo Monetario Internacional. La caída del PIB en el norte será inferior al 5%, en los países del sur será igual o superior al 10%. El doble de distancia. En concreto, a España le otorga un retroceso del 12,8%, tenemos un problema grave con esto. Evidentemente nosotros, también en Andalucía, tenemos una sobreexposición relacionada con el confinamiento, que afecta gravemente a dos de nuestros sectores estrella: el turismo y la hostelería.
La gran incógnita es si la brecha seguirá creciendo los próximos años, parece que sí o, al menos, esto es lo que estima el FMI en su informe. Para España se prevé recuperar el 56% del PIB perdido en 2020, frente a Alemania que recuperará del 80 al 90%. Lo que pase en 2021 y 2022 está todavía por ver, depende de la vacuna.
No todo lo resolverá el multimillonario fondo europeo para la pandemia, no obstante, nos puede servir para avanzar. Andalucía -mientras tanto- sigue adelante, poniendo el acento en los «proyectos-región» de gran calado -mínimo 10 millones de euros-, vinculados con los fondos europeos extraordinarios por el covid-19 -Next Generation UE-. La previsión es que estos fondos supongan para España unos 140.000 millones de euros -55% subvenciones a fondo perdido y 45% préstamos-. También se financiarán programas sociales, y apoyos a desempleados, autónomos y pymes.
Andalucía, una de las regiones europeas con más población -más 8,5 millones de personas-, con menor PIB -menos del 75% de la media europea- y con una tasa de paro de las más elevadas -el desempleo podría alcanzará casi un 30% en este año-, debería de ser una de las regiones europeas que más fondos reciba o, al menos, eso es lo que se espera, dependerá de los proyectos que se impulsen, con el fin de acelerar la transición ecológica y digital de Andalucía y de los equilibrios políticos a nivel nacional. Estos proyectos deberán tener además capacidad tractora para crear riqueza y empleo. No obstante, para hacer frente a los efectos de esta crisis sanitaria, en nuestra Comunidad Autónoma se han desplegado diversas iniciativas de apoyo que se espera que puedan ayudar a sostener la situación empresarial actual y mejorarla en lo posible.
Y, mientras tanto, en el mercado laboral -siempre débil en España- no existen buenas perspectivas. En el mismo informe del FMI se indica que no recuperaremos la tasa de paro previa a la pandemia al menos hasta 2026. En 2021 solo se recuperará uno de cada cinco empleos perdidos. A nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo plantea que se perderán más de 400 millones de empleos a tiempo completo. Evidentemente, mujeres y jóvenes serán los que saldrán peor parados.
En este punto, me gustaría subrayar la dignidad de cada ser humano más allá de sus circunstancias sociales, económicas o culturales. Para ello, habría que tener muy en cuenta la Encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, una de las claves de la misma se encierra en una idea: “parte de la humanidad parece sacrificable en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites”(18), parece como si “los derechos humanos no son iguales para todos”(22), porque “no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo”(162). La promoción humana a través del trabajo es todo un reto, aquí y ahora la hemos de concretar con más creatividad y sin dejar a nadie atrás, por ello no puede seguir creciendo la brecha norte-sur, ni en Europa, ni en el resto del mundo, de lo contrario nos costará seguir adelante. Son tareas que entre todos hemos de saber responder cada uno en su nivel y competencia. No es una tarea de otros, es una tarea de todos.